Perseguir una carrera como modelo puede resultar abrumador, especialmente cuando se dispone de poco dinero. Un portafolio profesional -una colección de fotos que muestren tu versatilidad y variedad- es tu billete para llamar la atención de agencias y clientes.¿La buena noticia? No necesitas un gran presupuesto para crear uno. Con algo de ingenio y esfuerzo, puedes crear un portafolio que brille. He aquí cómo hacerlo, paso a paso.
Las fotos de alta calidad son la columna vertebral de tu portfolio, pero contratar a un profesional puede salirte caro. En su lugar, busca fotógrafos aspirantes que también estén construyendo sus portafolios. Es lo que se conoce como un acuerdo de intercambio por impresiones (TFP): tú posas, ellos disparan y ambos os marcháis con imágenes dignas de un portafolio, sin necesidad de dinero en efectivo.
Si tienes un presupuesto para un fotógrafo, intenta encontrar uno que se ajuste al estilo que necesitas en tu portafolio. Las tarifas de los fotógrafos oscilan entre unos cientos de dólares.
Comprueba los grupos de fotografía locales en las redes sociales, asiste a reuniones o ponte en contacto con estudiantes de fotografía de escuelas cercanas.
Ten claros tus objetivos, comparte tus ideas para la sesión y acuerda detalles como cuántas fotos editadas recibirás. Se trata de una colaboración, así que aporta tu mejor juego de poses y entusiasmo.
La variedad es clave en un portfolio. Los clientes quieren verte lucir diferentes estilos -de alta costura, informal, atrevido- sin que se te dispare el presupuesto. He aquí cómo:
La iluminación puede transformar una foto. La luz natural es tu mejor aliada: dispara durante la hora dorada (justo después del amanecer o antes del atardecer) para conseguir un efecto suave y brillante. Es gratis y favorecedora.
Para las fotos de interior, colócate cerca de una ventana o hazte con un kit de iluminación asequible en Internet (algunos cuestan menos de 100 dólares). Los trucos caseros también funcionan: suaviza la luz con una sábana blanca o hazla rebotar con una tabla de espuma. Juega un poco hasta que quede bien.
Consejo profesional: Los anillos de luz son ideales para retratos y fotos de cabecera. Busca los que tienen soportes y brillo ajustable. Evita las luces de estudio baratas que carecen de consistencia.
El post-procesado pule tus fotos, pero el retoque profesional puede ser caro. Por suerte, herramientas gratuitas como GIMP o Canva pueden hacer el truco. Aprende lo básico, como recortar, ajustar el brillo y suavizar la piel: en YouTube encontrarás un montón de tutoriales. Mejora, no te pases.
Un portfolio digital es imprescindible. Sáltate los costes de diseño web y utiliza plataformas gratuitas como Instagram o un blog básico. Elige tus 10-15 mejores fotos que muestren tu alcance, añade una breve biografía y mantenla actualizada. Mantén una estética limpia e interactúa con tus seguidores, ¡los clientes buscan online!
Considera hacer un post sobre tu portafolio con un carrusel de fotos para compartirlo fácilmente con clientes potenciales.
Construir un portfolio de modelos con poco presupuesto requiere algo de esfuerzo, pero también es una oportunidad para ser creativo. Colabora con fotógrafos, reutiliza lo que tienes y aprende algunos trucos por el camino. No se trata del dinero, sino de la pasión y el esmero que aportes. Empieza poco a poco, sé perseverante y verás cómo tus sueños de modelo toman forma.